Chorro solar: Queroseno del Sol
La Unión Europea financió un proyecto que debía sintetizar combustible para aviones a partir del sol. El proyecto se bautizó como SOLAR-JET. Funcionó y la primera muestra de combustible "solar" para aviones ha resultado ser un proyecto viable después de todo.
El proceso para obtener el combustible consiste en utilizar luz solar concentrada para transformar una mezcla de agua y dióxido de carbono en un "gas de síntesis" (syngas). Los componentes se hacen pasar a través de materiales a base de óxidos metálicos a altas temperaturas, provocando así un ciclo redox. A continuación, el gas de síntesis (monóxido de carbono e hidrógeno combinados) se somete a la tecnología comercial Fischer-Tropsch para convertirlo en queroseno.
Es un paso real hacia los combustibles sostenibles porque siempre habrá materia prima. Otras instituciones de investigación se han embarcado en la búsqueda de combustible utilizando energía solar concentrada y una vía termoquímica. Gracias a ello, se ha introducido una tecnología de reactor solar para la producción de combustibles de hidrocarburos líquidos que sustentarían la industria del transporte.
El profesor Aldo Steinfeld, responsable de la investigación fundamental y el desarrollo del reactor solar en la ETH de Zúrich, afirmó que la tecnología del reactor solar cuenta con una transferencia de calor radiativa mejorada y velocidades de reacción muy rápidas, ambas muy importantes para aumentar la eficacia con la que la energía solar se convierte en combustible real.
El procesamiento de gas de síntesis mediante el ciclo redox y con energía solar está aún en sus primeras fases de desarrollo, pero la conversión de gas de síntesis en queroseno ya ha despertado interés. Empresas como Shell y otras han optado por adoptarlo a escala mundial.
La unión de productores y distribuidores impulsará aún más la innovación y proporcionará una producción sostenible. La industria también podrá crecer y se garantizará un suministro constante de combustible renovable para la aviación y otros combustibles necesarios en la industria del transporte. El queroseno producido mediante la tecnología Fischer-Tropsch ya ha sido autorizado para su uso en la aviación comercial.
El profesor Hans Geerlings, de Shell, declaró que los distintos pasos de este proceso ya se habían probado antes, pero nunca se habían llegado a integrar correctamente de principio a fin. También dijo que esperaban poder colaborar con otros socios en la investigación y el desarrollo de la tecnología.
Este proceso puede utilizarse esencialmente para sintetizar otros tipos de combustible para distintos sectores del transporte. Entre ellos, la producción de combustibles como la gasolina, el gasóleo o incluso el hidrógeno puro, pero con un método definitivamente más sostenible a largo plazo, que garantice un futuro mejor.