Aplicación de la nanotecnología al almacenamiento de energía
Según los investigadores del sector energético, la nanotecnología debería aportar diversos beneficios al sector, en particular al almacenamiento de energía y a la industria de la energía solar. Los dos principales beneficios económicos de la nanotecnología son la reducción de los costes de fabricación y la mejora de la eficiencia de los materiales, que son los más valiosos para el sector energético. Gracias a la nanotecnología, las células solares deberían abaratarse, la capacidad de las baterías se ampliará y la vida útil de las baterías o células solares podría aumentar.
Gracias a la nanotecnología, la generación de energía luminosa mediante células solares orgánicas o cristalinas ha tenido éxito o, al menos, se ha incrementado en gran medida. El proceso de fabricación utiliza ahora menos material y es más rentable. El uso de nanomateriales en las baterías de iones de litio también mejorará la capacidad de almacenamiento de energía. Desde los años 90, la tecnología de las baterías ha experimentado un crecimiento mínimo. La nanotecnología pretende mejorarla debido a la creciente demanda de un mejor almacenamiento de energía en la industria del automóvil y las comunicaciones.
Se calcula que para el año 2035, el uso de combustibles fósiles en la producción de energía se reducirá al 75%. Esto pone de manifiesto la creciente importancia de las energías renovables en la generación mundial de energía. Hay que seguir desarrollando tecnologías clave como las células solares. La nanotecnología presenta varias soluciones a las numerosas limitaciones de dicha tecnología, y podría convertirse en la solución a la búsqueda de una fuente de energía viable. La mayoría de los investigadores creen que la nanotecnología aún tiene mucho potencial por explotar, sobre todo para mejorar las actuales fuentes de energía renovables.
Otros logros de la nanotecnología en la industria energética son el almacenamiento de hidrógeno para vehículos de pila de combustible, las bombillas de alta eficiencia, la mejora de la generación de electricidad a partir de molinos de viento, la reducción de la fricción en piezas mecánicas, la generación de electricidad a partir de calor residual, la reducción de la pérdida de potencia durante la transmisión e incluso el almacenamiento de energía en tela y papel. El almacenamiento de energía sigue siendo una de las principales deficiencias de las tecnologías actuales. La nanotecnología sigue proporcionando mejores formas de producción y almacenamiento de energía, y podría convertirse en el eslabón perdido que les faltaba a los científicos.